La resistencia y las defensas en psicoterapia según Freud y un ejemplo (Lacan-Seminario1)
El fenómeno de la resistencia, se sitúa en dos sentidos, el primero es longitudinal y el segundo es radial. Puesto que cada vez que se intenta llegar al núcleo del problema, la resistencia es quién ejerce este sentido radial. Es decir que esta fuerza llamada resistencia no permitirá que exploremos cuál vendría a ser el verdadero problema de fondo que causa síntomas físicos o psicológicos.
En este sentido, cuando el paciente se esfuerza por desarrollar el discurso que le llevará al nódulo reprimido que se encuentra en el inconsciente, es cuando desde él se ejerce una fuerza de repulsión positiva, y es cuando experimenta la resistencia. (la repulsión positiva se encuentra entre el inconsciente y el discurso de la persona, podría explicarse más sencillamente como esos recuerdos o fantasmas traumáticos que el mismo inconsciente a reprimido y no deja salir, puesto que puede causarnos daño)
Mannoni cita: "Para saber dónde está el material biológico, Freud considera resueltamente el discurso como una realidad, es el conjunto de pruebas, es un haz de discursos yuxtapuestos que se recubren unos a otros y forman una dimensión, un espesor, un expediente"
Para explicarlo mejor, es cuando la persona con resistencia te habla de diferentes situaciones de su vida en una primera sesión y a simple vista pareciera que no hay nada en común.
Sin embargo, es tarea del psicoanalista saber que sí hay una conexión simbólica o emocional que subyacen de entre ellos, y, que está conectado por una tensión interna que el mismo paciente trata de resolver (nódulo reprimido).
Un ejemplo de resistencia en psicoterapia de Annie Reich
Annie tiene un paciente a quién le habían invitado a realizar una disertación en la radio sobre un tema que también es del interés de la analista, pero acontece que esta disertación la realizó algunos días después del fallecimiento de la madre del analizado.
En términos generales, parece que la madre juega un papel importante en las fijaciones del paciente. A pesar de este suceso, él continúa realizando sus actividades de manera normal y brillante.
Sin embargo, cuando asiste a la sesión siguiente, llega en un estado de estupor casi llegando al límite de la confusión. No se le puede sacar ninguna información y lo que dice sorprende por su incoordinación. Para esto la analista interpreta lo siguiente:
"Usted está en este estado, porque piensa que estoy muy resentida por el éxito que acaba de obtener el otro día en la radio, hablando de este tema que como usted sabe, me interesa en primer termino a mi".
Annie Reich (Lacan, 19..)
El hecho de haber observado e interpretado de manera correcta y astuta hizo que el sujeto recobrara instantáneamente la conciencia, desde luego que lo dejó en un estado brumoso, pero logró el cometido.
Ahora bien, Lacan menciona que el hecho de haber logrado que el paciente salga de su estado brumoso tras esa maravillosa interpretación, no quiere decir que la misma halla sido eficaz en el sentido estrictamente terapéutico, es decir, que no lo ha "sanado" por completo, puesto que en realidad, el paciente duró en terapia un año, para poder reestablecerse.
Lo que en realidad hizo esta terapeuta (Annie) es regresar al paciente a su propio yo (ego), puesto que este sale bruscamente de su confusión en el que, en el fondo se decía a sí mismo, que los celos estaban presente, lo que lo inducía a la resistencia hacia su terapeuta.
Desde luego, después del año de terapia, el paciente se dio cuenta que su estado confusional se debía a sus reacciones del duelo por su madre, que solo interviniéndolas hubiera podido superar.
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